
El verano se presta para jugar con el agua y disfrutar del buen tiempo.¿ Y qué mejor que un juego refrescante?
Sin complicarnos la vida y con algún material de casa podemos empezar el juego.
Disponer de diferentes barreños suficientemente grandes para que pueda entrar y salir. Cubos , cazos, cucharas, tubos, probetas, coladores, embudos, globos de agua,… el material es infinito y la creatividad se multiplica.
Un ratito al día, en la sombra para no sufrir quemaduras, podemos ayudar a potenciar enormemente la coordinación y la psicomotricidad fina jugando con el agua.
Se trata que el pequeño se moje y empape su entorno. Llene, vacíe, salpique, y moje todo lo que se antoje.
El simple juego de intentar rellenar otros recipientes más pequeños, utilizar embudo o colador,… requiere de una precisión considerable.
Además podemos aprovechar para iniciar juego simbólico como si estuviéramos cocinando o en un laboratorio de experimentos
Cada cual que le de su toque personal y deje volar su imaginación. Estoy segura que el resultado será maravilloso.
Carmen Romero, psicóloga infantil, experta en estimulación temprana.
Es gratificante ver a nuestros pequeños disfrutar así de la vida, y que mejor regalo para mamá, que ver a un hijos disfrutar así de un rato diferente.
Los juegos en verano son los más divertidos. Aquellos en los que nuestros pequeños tiene que darse un buen chapuzón si ganan o pierden, o los juguetes que interactúan directamente con el agua o cerca de ella, suelen traer los recuerdos más bonitos.