
La curiosidad en lo niños es lo que les hace crecer intelectualmente. El interés por lo que les rodea, sus ansias de experimentar, tocar, saborear, oler, etc,… les permite aprender y crecer.
Poco a poco van conociendo bien el entorno y el nivel de curiosidad va disminuyendo. Debemos ayudarles a mantener el interés por aprender y descubrir nuevos conceptos.
Ampliar cualquier tema que les atraiga les convierte en grandes expertos y les permite acceder a otros temas relacionados de contenido mucho más complejo.
Pongamos por ejemplo el tema de los dinosaurios. Todo empieza como un juego y aprendemos con nuestro hijo el nombre de un grupo de dinosaurios. Podemos ampliar el tema diferenciando entre los que son de tierra, agua o aire. Además podemos clasificarlos según su alimentación como carnívoros, herbívoros u omnívoros. por otro lado podemos hablar de los paleontólogos, los fósiles, etc,…
Estos detalles hacen crecer la curiosidad del niño y posiblemente sus preguntas nos obliguen a consultar varios libros y páginas web.
Sin lugar a dudas, el resultado de un estudio profundo de un tema con tu hijo, es un crecimiento neuronal e intelectual, además de un refuerzo del vínculo afectivo y una gran diversión para todos.
Planta semillas de conocimiento en tu hijos y verás como recogerás grandes frutos. ¡Cuánto antes empieces mayores resultados!
Carmen Romero, psicóloga infantil, especialista en estimulación para bebés.