
Habla desde el primer día a tu bebé. Explícale todo lo que pasa en su entorno. Poco a poco, sin darte cuenta te entenderá y cada vez te pedirá más hasta llegar a contenidos tan sofisticados que te costará responder.
Hablar, explicar y resolver las dudas de nuestros pequeños es lo que les hace crecer. Entablar una relación de intercambio de conocientos enriquece y fortalece el vínculo afectivo.
Es un grave error pensar que debemos esperarnos a que sepa hablar para poderle explicar y enseñar temas que le atraigan. El bebé desde muy pronto se comunica con su mirada y enseguida podemos detectar en sus ojos, cuales son sus intereses. El bebé observa con curiosidad su entorno que desconoce. Podemos llegar a hacerlos grandes profesionales sobre cualquier tema que tengan interés. De esta forma estamos potenciando el hábito de aprendizaje, estamos cubriendo sus necesidades intelectuales y además favoreciendo su desarrollo intelectual.
Muchas veces nuestro conocieniento es limitado en temas que no dominamos. Actualmente, existen grandes fuentes de información a nuestro alcance que pueden ser de gran ayuda.
Anímate a enseñar a tu bebé!
Carmen Romero, psicóloga infantil, especialista en estimulación temprana.