
La intervención de los padres es fundamental para propiciar un buen ambiente para el bebé.
En la imagen podemos ver cuál es el ideal para ayudar al pequeño a moverse desde una temprana edad.
La posición boca abajo, con prendas ligeras de ropa que facilitan el movimiento y el contacto directo con la superficie potencian el desarrollo físico.
Os propongo además, inclinar la superficie para que con poco esfuerzo el bebé entienda que puede avanzar.
Aunque cualquiera puede considerar que es una propuesta de ambiente totalmente artificial, es de gran ayuda los primeros meses. Una vez superada esta etapa e iniciado el arrastre todo empieza a rodar con mayor facilidad.
Preparar un entorno adecuado en colores y texturas, rodear al bebé con contrastes de blanco y negro también ayuda a estimular la vista.
¡Espero que os sirva de ejemplo para trabajarlo con vuestros pequeños!
Carmen Romero, psicóloga infantil, especialista en estimulación temprana.