
Si queremos que nuestro bebé comience a arrastrarse, debemos ponerlo en la posición adecuada. Debemos facilitarle el tipo de superficie por el que va a iniciarse y sobretodo el tipo de vestimenta.
Estos tres factores (posición, superficie y vestimenta), serán el empujón que debemos darle al bebé para conseguir que se arrastre y acabe siendo un gran gateador.
El bebé boca arriba se siente como una tortuga boca arriba que tiene grandes dificultades para poder caminar. Boca abajo, conseguimos estimular piernas y brazos en contacto con el suelo. Fortalecemos la parte de la nuca que le permitirá mantener erguida la cabeza y le damos una visión más amplia de su entorno, de los objetos que le pueden animar a moverse para alcanzarlos.
Al principio puede pasar que el bebé se queje y esté incómodo. Debemos observarlo y estar atentos. Podemos hacerle cambiar de posición y darle una tregua de un par de minutos para después volver a insistir. Es importante no dejar que llore e intentar que poco a poco se vaya acostumbrando a esa posición que en un futuro muy próximo le facilitará su movilidad.
Carmen Romero, psicóloga infantil, especialista en estimulación temprana para bebés.