
De forma natural, hay una serie de etapas por las que cualquier niño debe pasar. El arrastre, el gateo, caminar y posteriormente, correr. A partir de aquí, se considera que el niño ya está preparado para poder practicar cualquier deporte. Cada una de estas etapas es de gran importancia y forman parte de un buen desarrollo. Además, parece ser que no sólo inciden en el desarrollo físico, sino también en el intelectual.
No siempre es fácil conseguir que pasen por todas las etapas. Por eso es importante que observes a tu bebé y le ayudes a superar los obstáculos.
Carmen Romero (psicóloga, especialista en estimulación temprana)