
IMPORTANCIA DE LA ARMONÍA EN EL ENTORNO, ESTABILIDAD FAMILIAR Y VINCULACIÓN AFECTIVA
¿Sabes lo importante que es que tu pequeño respire armonía y felicidad para su buen desarrollo?
A veces pensamos que si comen y duermen bien será suficiente, pero, no siempre es así. Tu pequeño necesita conexión emocional y sentirse parte del núcleo familiar.
Vamos a ponernos objetivos para este nuevo año y el amor y la armonía familiar debe estar en el primer puesto de nuestra lista de deseos.
Nuestro pequeño también tiene unas necesidades emocionales que cubrir para su buen desarrollo.
Son muchos los agentes externos que intervienen en la parte afectiva y emocional del niño. Siempre que el desarrollo se da en un ambiente totalmente normalizado, sabemos que difiere mucho entre familias, países, culturas, religiones… Sea cual sea el entorno, la parte emocional es igual de importante y es primordial que la armonía reine en las experiencias más cercanas al bebé.
Vamos a citar algunos de los elementos básicos que pueden ser de gran ayuda para beneficiar al pequeño.
- Mucho afecto: en la relación de crianza el cariño y las muestras de amor tienen que estar muy presentes. No se trata únicamente en los besos, abrazos y caricias. Se trata de transmitir cariño con nuestras conductas, nuestras palabras y nuestros mensajes, tanto con el bebé como en la relación de pareja.
- Respeto y firmeza: El respeto es la base de una buena relación y no existe el respeto sin unos límites claros. Cuando los padres educan si poner ningún tipo de límites, de alguna manera no se están haciendo respetar. Permiten que sea su pequeño el que le guíe tomando el mando que ellos mismos deberían tomar. Hablamos de firmeza como educadores cuando nos acogemos a los límites sin titubear. Nuestro pequeño debe sentir que tenemos claro que lo queremos educar y que siempre lo haremos desde el máximo respeto, cariño y comprensión.
- Determinación y coherencia: a la hora de tomar decisiones debemos ser determinantes y evitar el cambio de planes. Es decir, vamos a establecer unas pocas normas, pero muy claras, que se adapten a nuestro estilo de vida y de familia y una vez establecidas nos comprometemos a respetarlas.
- Cuidadores bien alineados: Es imprescindible que para transmitir seguridad, los cuidadores vayan siempre en la misma línea educativa. De lo contrario, se crean grandes confusiones que generan inseguridad e inestabilidad en el pequeño.
- Es muy recomendable no desautorizar a uno de los cuidadores en presencial del pequeño. Es importante ponerse de acuerdo antes o de no ser posible, después, para conseguir un mensaje sólido.
- Máxima comunicación: Hablar, escuchar, atender y comprender son clave para que tu hijo se sienta atendido emocionalmente y puedas fortalecer vuestro vínculo afectivo de forma duradera.
- Somos modelos a imitar: Recuerda que tu hijo aprende más de lo que haces que de lo que dices. Así que no dudes en ser el mejor ejemplo para tu pequeño.
- Potenciar su desarrollo, autonomía y socialización. Criar y educar se trata de cerrar etapas para empezar unas nuevas. Nuestra intervención como padres es definitiva y nuestra misión es conseguir que nuestros hijos sean personas capaces y estables. Para eso, debemos darles las oportunidades adecuadas para poder brillar y, por tanto, potenciar su desarrollo, su autonomía y socialización.
El niño que se desarrolla en un ambiente estable y armónico, en que puede establecer unos buenos vínculos afectivos, será una persona estable, emocionalmente y, por tanto, con una gran facilidad para alcanzar la felicidad.
Si crees que necesitas ayuda escríbeme a info@carmen-romero.com estaré encantada de ayudarte.
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Un abrazo
Carmen